¡Por fin llegó el día! Por fin comenzó el Campamento MEL que tanto estábamos esperando, después de dos años sin poder realizarlo a causa de la pandemia.
Aunque muchos son veteranos, también los hay que vienen por primera vez, así que había algunos nervios al subir al autobús, pero sobre todo había caras de felicidad y muchas ganas de empezar esta nueva aventura.
Al llegar al albergue de San Agustín y tras descargar el equipaje y materiales, escuchamos muy atentos las normas a tener en cuenta durante el campamento. Después llegó el ansiado momento de saber qué habitación o cabaña nos correspondía a cada uno y, junto con nuestros monitores, allá que fuimos a descubrirlo.
Tras unos juegos para conocernos un poquito más unos a otros, nuestra directora de campamento nos presentó la ambientación del mismo (Harry Potter) y el hilo conductor de la oración de la mañana: la visión alegre de las Bienaventuranzas.
Antes de pasar al comedor nos vino fenomenal darnos un chapuzón en la piscina. Pero lo que estábamos deseando de verdad era ¡comer!
Ya por la tarde, gracias al Sombrero Seleccionador, nos distribuyeron en grupos: las casas de Harry Potter, cada uno con sus correspondientes monitores. En grupo realizaremos divertidos juegos para conseguir el carnet de mago.
Tras la cena, ¡lo pasamos en grande durante la velada!, donde pudimos demostrar nuestras dotes como cantantes, bailarines, humoristas...
Con algo de sueño nos despertamos en nuestro segundo día de campamento.
Después de desayunar y recoger nuestras cabañas, nos reunimos todos para la oración de la mañana. Recordamos que somos el regalo perfecto de Dios, y que Él está en cada uno de nosotros. Pudimos descubrir una nueva mirada hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Más tarde fuimos al bosque para enfrentamos, junto con nuestro grupo, a las pruebas de los “exámenes finales del último año de Hogwarts”. Fue divertido irnos encontrando con distintos personajes de la película de Harry Potter e ir consiguiendo nuestros objetivos.
Y a continuación...¡a la piscina! que con este calor....
Tras la comida y el tiempo libre para jugar o descansar, realizamos un taller de pulseras donde pusimos demostrar nuestra creatividad.
¡Amanece un nuevo día en Fuentelencina!
Hoy, en la oración de la mañana, nos propusimos estar pendientes de las necesidades de los demás. Escribimos el nombre de un participante del campamento para que, durante el día, le diésemos nuestro apoyo si lo necesitaba.
Por otra parte, tuvimos la visita de tres sacerdotes y, tras trabajar la reflexión y el sacramento de la reconciliación, aquellos niños y jóvenes que quisieron, se confesaron.
Después, nos lanzamos a conseguir más puntos para nuestro equipo en otro juego.
Tras un baño en la piscina y la ansiada comida, tuvimos talleres de modelado de arcilla, pintura, decoración de pinzas, pulseras, canciones...
Luego, lo pasamos fenomenal en los juegos locos de agua, que además nos ayudaron a refrescarnos.
Y nos reímos con las cartas del buzón de la lechuza, donde escribimos un mensaje hacia otra persona o hacemos sugerencias.
Y la noche...fue ¡noche de cine y palomitas! para los pequeños y ¡noche de terror! para los más mayorcitos.
Hoy ha costado un poquito más levantarse; se nota que ya es el cuarto día de campamento y que estamos pasando por una ola de calor.
Los mayores, de 1º de ESO en adelante, realizamos la actividad “Proyecto de Vida”, cuyos objetivos son descubrir en qué situación me encuentro en este momento en las relaciones conmigo, con los demás y con Dios, y plantearme qué quiero hacer con mi propia vida y los compromisos que quiero adquirir.
Reflexionamos sobre una serie de preguntas acerca de la relación conmigo mismo, también acerca de mi relación con los demás (familia, amigos, compañeros...) y por último, acerca de mi relación con Dios, de mi camino de fe.
También escuchamos muy atentos una “Entrevista a Dios”, en la que nos decía lo que quería para nosotros, su hijos.
Mientras tanto, los pequeños se estuvieron divirtiendo haciendo un juego con sus monitores.
Aunque teníamos previsto hacer una marcha con los pequeños y otra con los mayores en la que nos quedaríamos a dormir en una ermita, finalmente no pudimos realizarlas debido a las altas temperaturas por la ola de calor.
En su lugar, nos refrescamos en la piscina y ensayamos nuestras impresionantes actuaciones para el Got Talent de la velada de por la noche.
Ya nos va quedando menos para terminar el campamento, pero seguimos al pie del cañón y con ganas de aprovechar hasta el último minuto. Después de desayunar y recoger nuestras cabañas, lo pasamos en grande en el Juego de la bandera.
Y, como luego íbamos a celebrar una Eucaristía, nos dispusimos a aclarar nuestras dulces voces para ensayar los cantos.
La Eucaristía fue muy especial. Comenzamos escribiendo en unos papelitos algo por lo que pedir perdón, para después quemarlos en una urna como símbolo de que Dios nos perdona. Participamos de la homilía con el sacerdote y todos hicimos nuestras peticiones.
Ya por la tarde, disfrutamos de piscina y juegos.
Y, por la noche, tuvo lugar la Adoración, donde compartimos con el Señor todo lo vivido en estos días y le dimos gracias por ello. En un clima de silencio y oración sentimos la mirada de amor que tiene Dios para cada uno de nosotros y escribimos en unos papelitos lo que creíamos que Él nos quería decir en ese momento. Fue muy especial para todos.
Con fuerzas renovadas nos despertamos un día más en Fuentelencina.
La actividad principal de la mañana fue la Gincana de la Igualdad! Lo pasamos genial compitiendo por equipos en las diferentes pruebas, pero con compañerismo y espíritu deportivo, teniendo presente que hay que saber ganar, pero también hay que saber perder.
Los mayores, además, continuaron reflexionando sobre su Proyecto de Vida.
Hoy ha sido el cumpleaños de uno de nuestros monitores y juntos quisimos felicitarle y desearle lo mejor. ¡Felicidades, Julio!
Seguimos compitiendo y divirtiéndonos en el juego del Quidditch por la tarde.
Y nos preparamos para pasarlo aún mejor en la ¡Fiesta de Fin de Campamento!
Nos dimos los regalos del amigo invisible que habíamos estado realizando en los distintos talleres durante el campamento, para después divertirnos a tope bailando en nuestra discoteca al aire libre.
Último día de campamento. Casi no nos lo podemos creer pero, por desgracia, todo llega a su fin.
Después de desayunar, recogimos todas nuestras cosas; no se nos podía olvidar nada.
Y llegó el momento de dar el merecido diploma a los ganadores de la Copa de las Casas del Campamento MEL 2022: ¡la Casa Slytherin!
Y por otra parte, como de costumbre, los monitores hicieron entrega de la Pañoleta del MEL a los chicos/as que venían por primera vez a nuestro campamento.
A continuación, fuimos a la iglesia del pueblo a celebrar la Eucaristía del domingo junto con los personas del pueblo allí presentes. Algunos de nosotros, además, participamos en las lecturas.
Nos ha costado mucho tener que decir adiós y despedirnos unos de otros, pero nos vamos con la alegría de haber conocido nuevos amigos y haber compartido con ellos grandes momentos. Ha sido una experiencia muy especial que nunca olvidaremos.
¡HASTA PRONTO!